14 dic 2009

EVOLUCION HISTORICA VILLANCICO

La pieza gregoriana Puer natus est, por su alusión a la Natividad de Cristo, está considerada como uno de los primeros villancicos de la Historia. Y es que la traducción de los primeros versos latinos de este canto es: “Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado”. Entonces, ¿cómo no considerarlo un canto navideño?

El villancico, que en sus inicios fue una forma poética española, significa como hemos mencionado con anterioridad "canción de la villa", o "canción campesina" ya que, al parecer, fue un canto rústico de villanos o aldeanos en sus fiestas; su estructura musical fue más bien sencilla y utilizada, a manera de cronismo musical, para registrar los principales hechos de una comarca.

Sin embargo, esto no impidió que, más tarde, el villancico no solo se consolidase como género, sino que se convirtiera en el arquetipo de la "canción de Navidad", hasta llegar a nuestros días como amplio repertorio de canciones (de diferente origen) que se entonan, casi universalmente, en la época navideña.

Los primeros villancicos en España fueron composiciones polifónicas a tres y cuatro voces que se encuentran recopiladas en los cancioneros españoles de la época: en el "de Palacio", el "de Medinaceli", el "de Upsala" (editado en Venecia en 1556 y denominado "de Upsala" porque el único ejemplar conocido se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de dicha ciudad sueca), en el "de Sablonara", en el "de la Colombina", el "de Stúñiga", etc. Se recogen villancicos de los principales compositores de la época, como Juan del Encina. Su música es clara y sencilla, buscando la adaptación al texto. Nacido en 1469 probablemente en la provincia de Salamanca y muerto en León en 1529; realizó una creación con aproximación a la jugosa vena popular: la explotación hábil de los estribillos tradicionales. De su "Cancionero de Palacio" nos ha legado 68 composiciones vocales, entre las cuales existen villancicos.

Lo más curioso es que, en su origen, el tema del villancico casi nunca tenía que ver con la Navidad. Había villancicos de temática religiosa, aunque predominaban los de corte profano. Estos tenían el carácter marcado de las canciones pueblerinas: vivos, irónicos e incluso picarescos. De entre los de temática religiosa había algunos dedicados a la Virgen, a la festividad del Corpus, etc. Es importante señalar que los villancicos religiosos podrían haber formado parte de las representaciones medievales. Sin embargo, cuando éstas fueron prohibidas en los templos, quedaron como cantos sueltos navideños.

Estos cancioneros contienen buena cantidad de villancicos polifónicos cortesanos que poéticamente derivan del "zéjel" y de los géneros italianos "virelai" y "ballata", todos ellos conformados formalmente por estribillo (A), seguido de copla en dos partes (mudanza: bb - y vuelta: ba), al final de la cual se repite el estribillo (A) y sigue otra copla. Paralelamente al villancico polifónico se cuenta ya en el siglo XVI con el villancico a una voz y acompañamiento de vihuela que, a partir del siglo XVII, se acompañaría de guitarra. Desde fines del siglo XIX el nombre ha quedado exclusivamente para denominar a los cantos populares – religiosos o profanos – que aluden al misterio de la Navidad y que se cantan con el acompañamiento de instrumentos musicales populares. A partir de esta época, el villancico sufre grandes cambios pues su temática se va concentrando hacia la referencia de los elementos que intervienen en la fiesta de Navidad.

Se trataba de canciones que alternaban estribillo y estrofas. Eso no es todo. La estrofa tenía dos partes: la primera se llamaba mudanza y la segunda, vuelta.
Curiosamente, en la Andalucía árabe existía en tiempos de los troveros una composición de estructura parecida llamada zejel, que alternaba estrofas (cantadas por un solista) con un estribillo que era interpretado por el coro.

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